Hombres o mujeres, de campo o de ciudad, adolescentes o yayos, con corbata o delantal. Del norte o del sur. Viajero o casero. Rico o pobre. Jefazos o mandados.
Todos estamos confinados, metidos en casa y asomando la cabeza por la ventana como quien saca una pierna por la sábana. Porque se está bien, pero no tanto.
Todas las personas, increíblemente todas, estamos igual. Hacemos las mismas cosas. Compartimos la misma rutina. Las videollamadas nunca nos salen bien a la primera. No echamos tanto de menos los abrazos como el derecho a poder hacerlo. Queremos volver a lo de antes o descubrir con cierta urgencia lo que nos espera.
Con este estudio, desde El Departamento queremos poner en valor y darle la importancia que se merece a los aspectos positivos que tiene el confinamiento.
Puedes descargarte el informe completo AQUÍ. ¡Que lo disfrutes!
Nos encantará saber qué te parece en hola@el-departamento.com.